25 de nov. de 2008

E ti apareces


Hai un par de anos, nun día especial en que axendara saldar en parte unha conta moi antiga, erguérame cantaruxando esta canción. Cando voltei da miña estraña e íntima misión, un músico do metro facía que se escoitasen eses mesmos acordes e letras ben lonxe nos túneles da estación.

Como nun filme. Unha coincidencia que parecía mística para acentuar que ese non era un día calquera.



"Mariposas", Silvio Rodríguez

Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero
desde que sé que no vendrás más nunca.
He vuelto a ser aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura.
Y tú apareces en mi ventana,
suave y pequeña, con alas blancas.
Yo ni respiro para que duermas
y no te vayas.

Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno.
Qué maneras más curiosas.
Hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo.
Mariposas, mariposas,
que emergieron de lo oscuro.
Bailarinas silenciosas.

Tu tiempo es ahora una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.

Así eras tú en aquellas tardes divertidas.
Así eras tú de furibunda compañera.
Eras como esos días en que es la vida
y todo lo que tocas se hace primavera.
¡Ay mariposa!, tú eres el alma
de los guerreros que aman y cantan
y eres el nuevo ser que se asoma
por mi garganta.

Qué maneras más curiosas
de recordar tiene uno.
Qué maneras más curiosas.
Hoy recuerdo mariposas
que ayer sólo fueron humo.
Mariposas, mariposas,
que emergieron de lo oscuro.
Bailarinas silenciosas.

Tu tiempo es ahora una mariposa.
Navecita blanca, delgada, nerviosa.
Siglos atrás inundaron un segundo
debajo del cielo, encima del mundo.

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